jueves, 18 de noviembre de 2010


“‘Zooniria’ nos sugiere una síntesis o relación entre dos mundos zoológico- orgánico  y onírico-síquico. Los cuerpos mostrados se mueven entre ambiguo y fragmentado,  combinados   con elementos orgánicos -mecánicos como visiones de una nueva micro robótica, creando la posibilidad de nuevas relaciones entre  ellos, delimitados claramente por gruesos trazos vigorosos  que los aíslan del fondo.”
David Lechuga


“…los  personajes aparecen a veces aislados y en el centro del cuadro, o en comunicación compleja con otros elementos de la composición, en algunos casos estos pueden ser  geométricos, esto hace evidente el interés del autor por destacar y concretar una determinada acción para desvelar.”
David Lechuga






lunes, 15 de noviembre de 2010

Zooniria



Benito Román es un artista cuya trayectoria pictórica ha sido compartida con la fotografía.

Su trabajo se orienta hacia la exploración de un mundo en el que figuración y abstracción mantienen un enriquecedor  y fructífero diálogo.

A lo largo de su recorrido nos encontramos con coloristas bodegones –más escasos-, y personajes y paisajes interpretados por planos que establecen una jerarquización muy personal o lo que André Lothe llamaría dotados de perspectiva sensible.
En todos ellos apreciamos ya una paleta rica y nada saturada. Es la suya una mirada que se distancia de la realidad para adentrarse en el mundo imaginado de la creación. Una pintura de apariencia matérica y empastes diluidos en los que el blanco actúa como un catalizador.


Enlazando con el paisaje y a veces, como surgiendo de él aparecen sus personajes más característicos y expresivos: una suerte de animalario que Benito llama Zooniria y que  evocan los bestiarios. Ese compendio de bestias, tan popular en la Edad Media, describía también plantas e incluso rocas; coloristas relatos, como los de Román, que hacen una referencia clara al lenguaje simbólico, puesto que reflejan la creencia de que el mundo es creación de Dios y cada ser vivo tiene su papel en él.


Desconozco si los personajes de Román tienen alguna carga simbólica, pero sí encierran, como cualquier símbolo, cierta dualidad y, desde luego, logra con ellos un lenguaje extremadamente sugerente.
El espacio que habitan, más abstracto y sintético, se nos ofrece estructurado en planos de color sólido a los que opone otras manchas llenas de matices, veladuras y riqueza plástica. Jirones de color que los otorga una suerte de profundidad lírica.

En ocasiones nos hallamos ante un universo prehistórico, otras nos parece que nadan sumergidos en no sabemos dónde. Aislados ó relacionándose, recalan en un escenario tan irreal como creíble.

Escenarios, personajes…, cuadros que evocan, sin abandonar la figuración, la abstracción lírica de Klee y que logran enredar al espectador en la contemplación de sus imágenes en un universo onírico.


Vicky Herreros